La Enfermedad Renal Crónica (ERC) significa que los riñones están dañados y no pueden filtrar la sangre como deberían. Este daño puede ocasionar que los desechos se acumulen en el cuerpo y causen otros problemas que podrían perjudicar la salud. La diabetes y la hipertensión arterial son las causas más comunes de enfermedad renal crónica. La cifra anual presentada en México sobre incidencia (nuevos casos) es de aproximadamente 45 mil individuos (346 por millón de habitantes). En tanto, la prevalencia (pacientes que tienen o tuvieron el padecimiento) es de 188 mil (mil 447 personas por millón de habitantes), indica el académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Pedro Trinidad Ramos.
El también Jefe de Nefrología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI” del IMSS considera que ante la problemática que representa la ERC, es vital la prevención de los principales factores de riesgo:
- Diabetes
- Hipertensión arterial
- Obesidad
- Síndrome metabólico
“Actualmente, en nuestro país tenemos 10 nefrólogos por millón de habitantes, de tal manera que lo que recomienda la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es 20 nefrólogos por millón de habitantes; es decir, tenemos un déficit de 10 nefrólogos por millón, (50 por ciento), por lo que no se logra la cobertura para atención de pacientes en enfermedades renales”, subrayó.
A propósito del Día Mundial del Riñón, que se conmemora cada segundo jueves de marzo, el profesor titular en Nefrología de la FM menciona como uno de los primeros signos clínicos (frecuente, pero no en todos los casos), que evidencia la enfermedad renal es la presencia de edema o hinchazón en extremidades inferiores o párpados.
Otra es que exista descontrol de la presión arterial, cambios en el volumen y frecuencia de orina que puede disminuir o aumentar, así como coloraciones anormales, ya que puede haber hematuria (sangre en la orina) o coluria (orina oscura). Ante este cuadro, se recomienda acudir con el médico de primer contacto, incluso con el especialista.
Algunas de las causas de la ERC “se mantienen silenciosas” y hasta que el enfermo llega a una fase tardía externa, síntomas, de ahí la conveniencia de una evaluación periódica de la funcionalidad renal.
Si un paciente es diabético, recomienda, debe llevar control riguroso de sus niveles de glucosa, y en los alimentos no exagerar en el consumo de contenido calórico porque de hacerlo predispondrá a un descontrol de glucosa que será tóxico para el riñón (glucotoxicidad). La mejor forma de cuidar nuestros riñones, aclara, es la prevención o control de la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad y el síndrome metabólico.
¿Por qué son importantes los riñones?
Estos órganos, de 12 por seis centímetros y aproximadamente 150 gramos de peso, tienen varias funciones, una es mantener el equilibrio de nuestro medio interno, es decir, la excreción de sustancias por la ingesta de proteínas. Otra es eliminar el líquido que le sobra al organismo; regular la presión arterial; cumple funciones de glándula al producir sustancias como la eritropoyetina, cuya función es estimular la medula ósea para producir glóbulos rojos. Asimismo, activa otra hormona que es la vitamina D, la cual sirve para la absorción intestinal.